Optimizar mi productividad

La pérdida del rendimiento y la baja productividad es un problema más que habitual en estos tiempos donde se necesita velocidad de respuesta y adaptabilidad a los constantes cambios que se nos van presentando por lo que es muy importante optimizar mi productividad. La productividad es una cuestión de enfoque y la Programación Neurolingüística nos provee de técnicas que nos ayudan a resolver estas situaciones.

¿Y cómo optimizar mi productividad?

En este post, te regalamos algunos tips para lograr que tu productividad sea más óptima.

¿Que es la procrastinación?

Hay tareas, situaciones o actividades que tenemos pendientes y que nos generan ansiedad. Nuestra tendencia es reemplazarlas por otras más simples o agradables de llevar a cabo. Al hábito de la postergación se le llama procrastinación. Puede ser ocasional o habitual pero siempre es una conducta claramente evasiva. Genera frustración e inseguridad.

Aunque la ciencia le otorga cierto grado de responsabilidad a la genética, podemos dejar de procrastinar implementando algunas hábitos que nos ayudarán a desarrollar esas tareas que nos producen tanta ansiedad:

1  |   No pongas excusas

2  |   Pon una fecha límite y no te tientes con distracciones

3  |   Tus emociones no pueden manejar tus actividades

Los hábitos y la autodisciplina ayudan

La gente más productiva incorpora a su rutina hábitos que los ayuda a alcanzar sus objetivos. Ponerlos en práctica los impulsa a avanzar en su desarrollo personal. Se obtienen resultados administrando mejor las tareas en el tiempo que disponemos, mayor calidad de vida, se evita el estrés…

Dormir las horas necesarias, alimentarse bien, hacer meditación, practicar algún deporte, programar nuestra mente con pensamientos positivos…, hábitos éstos que nos ayudan a ser más productivos en nuestra vida ya que colaboran a mantener el enfoque.

Otros hábitos como simplificar algunas decisiones, hacer las tareas importantes de una a la vez y adecuadamente para no tener que repetirlas, priorizar lo más importante… favorecen las actividades laborales y personales. La autodisciplina nos ayuda a implementarlos. La fuerza de voluntad es un factor valioso, por lo que es importante gestionarla para evitar caer en la pereza.

Gestionar tus tareas en el tiempo valoriza tu vida

El tiempo no se gestiona, algo importantísimo para tener siempre en cuenta y presente. La gestión del tiempo es organizar las tareas a realizar dentro de las horas disponibles. El tiempo una vez que pasa no vuelve. Analizar y cuestionar las tareas a realizar permite que se detecte si realmente son importantes. De esta manera se maximiza la productividad y se reduce el estrés. Priorizar la importancia de las tareas y respetar sus ritmos de trabajo aumenta su rendimiento.

Para administrar las tareas se les asignará importancia y urgencia, además se puede analizar si son las adecuadas para alcanzar las metas fijadas. Una agenda (manual o tecnológica) es una herramienta fundamental, y hoy en día hay múltiples y buenos organizadores: DRIVE de Google, Evernote, Taskworld, Trello… Es positivo planificar con anterioridad el día o la semana priorizando nuestros objetivos por orden de importancia y controlando periódicamente si la gestión de nuestras tareas es la correcta.

Hay factores, llamados ladrones del tiempo que complican nuestra programación. Reconocerlos y enfrentarlos es el único camino posible para poder cumplir los objetivos. Los podemos dividir en internos y externos. Los internos son la falta de motivación, procrastinación, no tener objetivos fijados, falta de una planificación adecuada o hacer varias tareas a la vez.

El teléfono, los emails, la mensajería instantánea o las reuniones son factores externos. Sin importar de qué tipo sean, cuando se los identifica, es importante tener en cuenta cuál es su grado de prioridad, y de ser posible, neutralizarlos temporalmente con el fin de poder cumplir con nuestros objetivos.

David Allen, consultor sobre productividad, en la década de los ’80 en su libro Getting Things Done (GTD), en castellano se tradujo como Organízate con Eficacia, explicó su método de productividad, un método que funciona porque se basa en principios sencillos, que todos podemos dar como ciertos. Y todo esto tiene mucho que ver la Programación Neurolingüística, ya que la PNL contribuye a la fijación de Objetivos, establecer prioridades, comunicación con uno mismo además de con los demás…

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Stephen Covey, escribió el best seller Los 7 Hábitos de la Gente altamente Efectiva, libro tremendamente recomendable en el que podréis encontrar amplia información.

En esta infografía tienes una herramienta muy útil para organizarte:

cuadrante productividad, TenActitud

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